El sol del 23 no asomó.

El bicentenario se lleva toda la atención. Y está muy bien que así sea! Miles, millones de personas paseando por el centro porteño y disfrutando de varios días de celebraciones, desfiles, muestras, una verdadera fiesta.
Nuestra expectativa por la función del Domingo 23 era alta. Muy. Tanta gente dando vueltas, lunes y martes feriado. Vendrán muchos? No vendrá nadie? Cómo saberlo!! Las reservas explotaron!! Vienen muchos!!!! Hasta que la tormenta comenzó. Y no llovió un poquito, onda los cuadros de la Semana de Mayo con los paragüitas en la Plaza y el pueblo quiere saber de qué se trata! Acá el pueblo quería saber por dónde pasan los botes!! Aguacero, diluvio, catarata. El nombre es a elección. Nosotras, firmes como French, Beruti y otro que pasaba por ahí. El agua no paraba (y no paró)
Pero un grupo de entusiastas, locos, desafiantes (algunos mojadísimos!) decidieron que ese domingo aún merecía termimnar bien, y nos acompañaron.
¿Sabrán cuánto les estamos agradecidas? Lo dijimos muchas veces, espero que hayamos podido transmitir lo que sentíamos.
A un grupo de chicas de La Plata les dimos toallas, porque estaban empapadas. Gracias chicas! cuánta onda le pusieron!!
Comenzada la función, cayeron amigos. Genios, todos.
Cuando salimos, llovía poquito.




Acá un grupo de valientes que dijo PRESENTE! en la función. Se rieron un montón y le pusieron toda la onda!! Muchas gracias!